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NOCHE DE REYES EN ADELIA MARÍA
La tardenoche del 5 de enero se llenó de magia con el tradicional recorrido de los Reyes Magos por las calles de la localidad de Adelia María, organizado por los vecinos autoconvocados del barrio San Cayetano, por octavo año consecutivo.
Respetando el uso de tapabocas y guantes de látex, cinco grupos de Reyes Magos se vistieron con coloridas capas, coronas y turbantes confeccionados, guardados y preparados por Lydia Boschiazzo. Montados a caballo, repartieron las bolsas de caramelos, rociadas con alcohol, a los niños que esperaban ansiosos su llegada, especialmente luego de este año escolar particular. Algunos hasta entregaron cartas con sus deseos a los Reyes, se tomaron fotografías y hacían caravana en vehículos. También se visitó el Hogar Nuestra Señora del Carmen y los dos geriátricos llevando alegría a los abuelos que residen.
“Es admirable la paisanada que prepara la tropilla y anticipa la finalización de su jornada laboral para entre las 21 y 23 horas, recorrer todo el pueblo brindando un poco de ilusión a cada familia.”, remarcó Marta Beltramone.
Una vez más, se contó con el apoyo de la Municipalidad de Adelia María, medios de comunicación, instituciones, empresas, comercios y particulares para esta iniciativa. Cabe destacar la labor organizativa de Lydia Boschiazzo y Verónica Burg, quienes envían las cartas apelando a la generosidad de la comunidad que siempre responde.
En esta oportunidad las bolsas de caramelos donadas fueron recepcionadas en Kiosco Pauli, las emisoras radiales y los hogares de los vecinos organizadores, quienes durante el fin de semana armaron más de 7.350 bolsas para repartir. La transparencia del evento genera confianza y seguridad en la población ya que no se maneja dinero.
Digna de resaltar es la unión del grupo de vecinos que trabajan como equipo, esforzándose cada año para mejorar, realizando todo con mucho amor. Considerando la situación epidemiológica, no se pudo realizar, al igual que el año anterior, la fiesta popular en el predio donde se encuentra la ermita, que en otras ediciones contó con la asistencia de alrededor de 2.000 personas, en la que se comparte una choripaneada familiar y expresiones artísticas como música, danza, humor y dibujo.
“Tanto los chicos como los grandes disfrutan de esta fantasía que no se debe perder en nuestro pueblo” dijo emocionada Marta.